El software libre o de código fuente
abierto (open source) es aquel cuya licencia nos permite:
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Ver su código fuente.
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Modificar este código.
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Redistribuirlo con o sin modificaciones.
Asimismo, para mantenerlo libre, nos obliga a:
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Redistribuirlo sin sustraerle partes (como la
documentación), y con la misma licencia.
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Redistribuirlo modificado, aumentado, o alterado, sólo con
la misma licencia, u otra compatible, y con todo el código fuente.
Estas últimas condiciones garantizan que este software y sus
derivados sigan siendo libres, aún después de varias
redistrubuciones.
Ventajas del software libre para instituciones académicas:
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Software más estable y acorde a las necesidades de sus
usuarios, lo segundo por ser estos mismos sus desarrolladores, lo primero
por contar con más gente que lo revisa y corrige; claro, todo esto
siempre que el paquete ya lleve un mínimo tiempo de desarrollo y
tenga una base de usuarios suficientemente grande y activa (que el
proyecto haya "pegado").
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La posibilidad de colaborar con cualquiera, sin que los
colaboradores tengan que adquirir ningún software extra, puesto que
la misma institución puede redistribuir los paquetes libres.
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Que los proyectos lo usen y, por lo tanto, ayuden al desarrollo de
software que es para la institución, el país y todo el
mundo, en vez de ser de una empresa.
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Estos últimos dos puntos se ven aumentados por el hecho de
que una empresa puede en cualquier momento revocar una licencia gratuita,
aumentar los precios de cualquier licencia o de las nuevas versiones, o
incluso desaparecer o vender su propiedad intelectual a terceros (por
cambios en sus directivos, en sus intereses, por problemas financieros,
etc...). Esto puede resultar en la pérdida del software, costos
más altos, uso de software obsoleto, falta de soporte, o muchas
otras situaciones incómodas.
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Cualquier defecto en un paquete libre se puede buscar en el
código, entender y corregir por la misma institución, si es
necesario. Una empresa no tiene la obligación de corregir
ningún defecto en su software, ya que casi todo el software se
distribuye sin garantías de este tipo.
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Se pueden desarrollar sistemas a menor costo, ya que al compartir
los desarrollos, también se comparten los costos con cualquiera que
ayude al proyecto. Asimismo, entre más práctica se tenga en
la institución con el software libre, más fácil
será lanzar nuevos proyectos, ya que se tendrá mayor
credibilidad en la comunidad, lo que lleva a tener más
colaboradores. Esta experiencia adquirida por los desarrolladores,
también ayuda a que se puedan usar e instalar con más
facilidad otros paquetes libres no desarrollados por la
institución, esto trae consigo ahorro de tiempo, esfuerzo o dinero.
En el caso de sistemas GIS, existe el sitio
freegis.org ,
y se acaba de lanzar en Brasil un proyecto para crear "software livre de
geoprocessamento". Parece ser que está surgiendo rápidamente el
interés por el software libre para la geomática, es entonces
un muy buen momento para incorporarse a esta tendencia.